10 de mayo de 2021 | Destacado, Internacionales.

Ataque de Hamas: explosiones estremecen a Jerusalén e Israel contraataca

El grupo palestino dijo que lanzo un cohete en venganza por “crímenes y agresiones”; unas 300 personas habían resultado heridas por nuevos enfrentamientos en la Explanada de las Mezquitas
JERUSALÉN.- El conflicto entre israelíes y palestinos, que venía recalentándose los últimos días vivió hoy una fuerte escalada. Varias explosiones estremecieron a Jerusalén, en un ataque con misiles que Hamas se adjudicó en venganza por “crímenes y agresiones”. El ataque sucedió después de una mañana en la que hubo fuertes enfrentamientos entre la policía israelí y palestinos en la Explanada de las Mezquitas, uno de los lugares más sagrados del Islam. Israel respondió con una serie de ataques contra las posiciones de Hamas en la Franja de Gaza, que ya dejaron “tres terroristas” muertos, según informó una vocero militar de ese país. Además, se confirmó la muerte de otras nueve personas, entre ellas tres niños, en el enclave palestino.

“Hemos empezado, y digo bien empezado, a atacar objetivos militares en Gaza (…)” declaró el vocero del ejército israelí, mientras Hamas, en Gaza, anunciaba el deceso de uno de sus comandantes en uno de los ataques israelíes en el norte del enclave.

Las celebraciones de jóvenes israelíes por el “Día de Jerusalén” en la Ciudad Vieja fueron canceladas debido a los disturbios producidos en las últimas horas según informaron los organizadores.

A comienzos de la noche israelí, al menos siete cohetes enviados desde la franja de Gaza impactaron en la ciudad, al tiempo que sirenas de alarma se escuchaban en Jerusalén por primera vez desde 2014. Hamas había dado un ultimátum a las autoridades israelíes, quienes “fueron advertidas” sobre una nueva escalada si no retiraba antes de las 18 las fuerzas desplegadas en la Explanada de las Mezquitas.
Abu Odeiba, el vocero del ala militar de Hamas, anunció que daba tiempo a Israel “hasta las 18 horas para sacar a sus soldados y colonos de la mezquita de Al Aqsa y del pabellón Sheikh Jarrah y liberar a los arrestados en los últimos días”.

“Acaba de activarse una alarma en Jerusalén. Las fuerzas de policía empezaron a evacuar hacia lugares más seguros a cientos de personas” congregadas en el Muro de las Lamentaciones, indicó la policía en un breve comunicado.

Horas antes, las celebraciones por el “Día de Jerusalén” fueron canceladas para evitar mayores conflictos.
”La marcha ‘danza de las banderas’ ha sido anulada. No danzaremos sobre una Jerusalén dividida” indicó la organización Am Kalavi que celebra un gran desfile para conmemorar la conquista de Jerusalén-Este por las fuerzas israelíes en 1967 en la Guerra de los Seis Días.

Más de 300 personas resultaron heridas hoy, en su mayoría palestinos, tras nuevos enfrentamientos con la policía israelí en la Explanada de las Mezquitas, otro incidente que se suma a las tensiones durante el fin de semana y que despertó la preocupación internacional.

Los altercados se produjeron tras días de disturbios en la Ciudad Santa, centro emocional de conflicto, y coincide con la celebración, según el calendario hebreo, del “Día de Jerusalén” que marca la conquista de la parte oriental de la ciudad por Israel en 1967. Asimismo coinciden con el Ramadán, el mes sagrado del ayuno para los musulmanes, un período de gran importancia religiosa.
Cientos de palestinos y al menos 21 agentes policiales resultaron heridos en los últimos días tras los enfrentamientos. La Media Luna Roja palestina informó de más de 278 palestinos heridos, de los cuales 205 necesitaron ser hospitalizados. Al menos cinco pacientes se encuentran en estado crítico.

“Tememos que algo grave se produzca hoy”, dijo el doctor Adnan Farhud, director general del hospital Makassed, evocando heridos con balas de goma en ojos y rostro.
La policía israelí indicó en un comunicado estar trabajando para intentar frenar la violencia en la explanada, pero también “en otros sectores de la Ciudad Vieja de Jerusalén”.

“La oración continúa como de costumbre” en el Muro de las Lamentaciones, lugar sagrado del judaísmo y colindante a la Explanada de las Mezquitas, pero “no dejaremos a los extremistas que amenacen la seguridad del público”, agregó.
En un momento dado, en la Mezquita de Al-Aqsa con unas 400 personas, entre jóvenes manifestantes y fieles de mayor edad, la policía lanzó gas lacrimógeno y granadas aturdidoras dentro del templo.

Los manifestantes arrojaron piedras desde el complejo a una calle contigua, cerca del Muro de las Lamentaciones y donde se habían reunido judíos para rezar, según la policía.

El viernes por la noche, más de 200 personas resultaron heridas en choques entre la policía y los palestinos en la Explanada de las Mezquitas. Durante el fin de semana, los enfrentamientos se desplazaron a otras áreas de Jerusalén Este, donde más de cien personas resultaron heridas.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas programó consultas a puerta cerrada para hablar sobre la situación. La reunión fue solicitada por Túnez, representante árabe en el consejo, según diplomáticos.

El asesor de Seguridad Nacional israelí, Meir Ben- Shabbat, entabló una conversación telefónica con su homólogo estadounidense, Jake Sullivan, quien pidió a Israel que “tome medidas apropiadas para garantizar la calma” y expresó las “graves preocupaciones” de la Casa Blanca ante los incidentes de violencia.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, describió la situación como un problema de seguridad. Israel está decidido a garantizar el derecho de culto a todo el mundo, dijo, lo que “de vez en cuanto requiere alzarse y plantarse como están haciendo ahora la policía israelí y nuestras fuerzas de seguridad”.

Ofir Gendelman, portavoz de Netanyahu, afirmó en su cuenta de Twitter que los “palestinos extremistas planearon organizar disturbios con mucha antelación”.
Ayman Odeh, un político árabe reconocido en Israel, atribuyó la violencia a las prácticas discriminatorias contra los palestinos y acusó a Israel de haber provocado la violencia. “Allí donde haya ocupación, habrá resistencia”, dijo en una conferencia de prensa en Sheikh Jarrah, cerca de las viviendas bajo amenaza de desalojo.

El gobierno palestino también se manifestó ante los sucesos y aseguró estar siguiendo de cerca la situación. “Irrumpir en la mezquita de Al Aqsa es un crimen cometido por la ocupación”, ha denunciado el ministro de Asuntos Civiles y miembro del comité central de Al Fatá, Husein al Sheij, a través de un mensaje publicado en su cuenta en la red social Twitter.

“La cúpula palestina está examinando todas las opciones para responder a esta atroz agresión contra los lugares santos y los ciudadanos”, dijo.

Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Marruecos y Sudán, países árabes que han normalizado las relaciones con Israel, expresaron su “profunda preocupación” y se sumaron a los pedidos de calma al país.

La policía había prohibido a los judíos visitar la Ciudad Vieja hoy, cuando se celebra el Día de Jerusalén con un desfile de nacionalistas israelíes por el barrio musulmán de la zona antigua de Jerusalén y hasta el Muro de las Lamentaciones, el lugar más sagrado donde puede orar un judío.

La medida se tomó para evitar más choques, ya que se cree que el desfile nacionalista judío podría ser tomado como una provocación ante las rispideces.

Agencias AFP, AP y DPA

LA NACION

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