La conducción del PRO realizó una denuncia policial por los destrozos en su nuevo local de San Martín 685, de la ciudad de Paraná. Aseguran que fue el domingo, mientras se realizaba la marcha del Encuentro Nacional de Mujeres. Denuncian que las fuerzas de seguridad dijeron que no iban a actuar por “orden de la Gobernación”.
“El domingo, alrededor de las 20:30, nuestra sede partidaria de peatonal San Martín 685, al igual que varios edificios de la ciudad, fueron violentamente atacados por las manifestantes que participaban de la marcha a favor del aborto”, denunció la conducción del PRO en un comunicado enviado a este medio.
“Las activistas destrozaron el cartel de la fachada, arrojaron huevazos sobre las ventanas y orinaron en las puertas y ventanas”, se afirmó también en una presentación policial.
Los dirigentes firmantes, Armando Saliva, Esteban Vitor, Edgardo López Osuna, Emanuel Gainza y Ayelén Acosta, manifestaron: “Mientras ocurrían los destrozos y los ciudadanos pedíamos auxilio a las autoridades policiales para impedir los daños, la respuesta de las fuerzas de seguridad fue tajante: ‘no podemos tocarlas, desde la Gobernación nos dieron la orden de no intervenir en nada; tienen protección política para hacer lo que quieran”, se acusó
A través del documento hicieron “responsables” de los destrozos a la Comisión Organizadora del Encuentro Nacional de Mujeres, al Estado Provincial y al Gobierno Municipal “por no garantizar la seguridad física y patrimonial de todos los vecinos de Paraná, siendo cómplices del odio, la violencia y la intolerancia de los acontecimientos sucedidos”.
Agradecieron, luego, “el acompañamiento y la solidaridad expresada por las autoridades nacionales y provinciales” del partido y “de muchos sectores de nuestra comunidad”. “A pesar de agredirnos y buscar intimidarnos, lo único que logran es que redoblemos la apuesta”, desafiaron.
Finalmente, consideración que “la crispación y el resentimiento no son, ni serán parte de nuestra forma de hacer política; estamos decididos a construir una Argentina distinta, y en esa Nación no hay lugar para la intolerancia”.
Lo que pasó en Paraná es una muestra de barbarie y decadencia. Financiadas por Kirchner y la gobernación de Entre Rios, junto con la Municipalidad de Paraná, se trajo a nuestra ciudad una horda paga para promover el aborto y atacar la Iglesia Católica. Destruyeron la ciudad. Lesiones, amenazas, daños a propiedades públicas, destrucción de escuelas, exhibiciones obscenas, injurias, discriminaciones, ningún delito por dejar de cometer. Sin embargo, desde el gobierno nacional o desde la gobernación o la intendencia se hacen los distraídos. Yo fui expulsada de un Taller acusada de «católica». Me dirijí a un policia porque mis derechos constitucionales a expresarme estaban vulenarados y me dijo que tenian orden de dejarlas hacer lo que quieran. Por eso hasta cometieron robos en comercios. Debe procesarse a los que financiaron esto con nhuestro dinero por malversación de fondos públicos y encarcelarse a las bestias que destruyeron nuestra ciudad.