Las conversaciones sobre el clima de las Naciones Unidas se reanudaron este lunes, instando a los negociadores a avanzar en un acuerdo estancado que podría permitir que los países en desarrollo obtengan más dinero para invertir en energía limpia y adaptarse a los extremos climáticos impulsados por el cambio climático.
El secretario ejecutivo de Cambio Climático de la ONU, Simon Stiell, pidió a los países “dejar el teatro y echar manos a la obra”
“Solo lograremos el objetivo si las partes están dispuestas a avanzar en paralelo, acercándonos a un terreno común”, dijo Stiell a una sala de delegados en Baku, Azerbaiyán. “Sé que podemos lograrlo”.
Ministros de clima y medio ambiente de todo el mundo han llegado a la cumbre para ayudar a impulsar las conversaciones.
“Los políticos tienen el poder de alcanzar un acuerdo justo y ambicioso”, dijo el presidente de la COP29, Mukhtar Babayev, en una conferencia de prensa en el lugar. “Deben entregar y participar de inmediato y de manera constructiva”.
Las conversaciones en Baku se centran en obtener más fondos para que los países en desarrollo puedan alejarse de los combustibles fósiles, adaptarse al cambio climático y pagar por los daños causados por el clima extremo. Sin embargo, los países están muy divididos sobre cuánto dinero se requerirá. Varios expertos estiman que la suma necesaria ronda el billón de dólares.
En tanto mientras la COP29 transcurre en su última semana en Bakú, los líderes de las mayores economías del mundo se reunieron en Río de Janeiro en la cumbre anual del G20 “para reafirmar” el “compromiso de construir un mundo justo y un planeta sostenible, poniendo énfasis en la crisis climática, la pérdida de biodiversidad, la contaminación por plásticos, la desertificación, la contaminación atmosférica y la protección de los océanos.
El secretario general de la ONU, António Guterres, invitado a la cita, dijo a los líderes del G20 que “los necesitamos al frente de la acción climática”, y les pidió que instruyan a sus ministros para que en la conferencia de Bakú aprueben nuevos volúmenes de financiamiento sobre la materia en las naciones en desarrollo.
También urgió a que las emisiones de carbono se recorten al menos en nueve por ciento en el resto de la década, y advirtió de que, si las actuales políticas climáticas no cambian, la temperatura del planeta se habrá elevado, para finales de siglo, no dos sino tres grados centígrados respecto de los niveles preindustriales.
Lamentó que las emisiones siguen aumentando en vez de transitar de los combustibles fósiles a las energías renovables. “El fin de los combustibles fósiles es inevitable. Asegurémonos de que no llegue demasiado tarde y de que llegue de manera justa”, subrayó Guterres.
El envión de la cumbre en favor del clima y el ambiente representó un éxito para Brasil, quien será anfitrión en un año más de la 30 Conferencia de las Partes (COP30) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.