Azerbaiyán y Baku, su capital con sus caóticos contrastes, sus paisajes opuestos, su cultura ancestral, su gastronomía exquisita y sus maravillosa hospitalidad te sorprenden a cada instante.
A través de este país pasaban las rutas comerciales de la Gran Ruta de la Seda.
Azerbaiyán se conoce como «la tierra del fuego» o “la tierra de los protectores del fuego» ya que allí están cerca de la superficie terrestre los yacimientos de petróleo y gas que en la antigüedad atrajeron a los zoroastras, impactados por el fuego que salía desde debajo de la tierra.
Es un país pequeño, pero curiosamente en él se encuentran 9 de 11 zonas climáticas: desde las altas montañas del Cáucaso, hasta los áridos desiertos, verdes praderas, zonas boscosas de castaños y zona costera.
Además, la mitad de los volcanes de barro del planeta se encuentran en Azerbaiyán en la zona de Qobustán, a 50km al sur de Baku.
Baku, su capital ancestral, tiene un hermoso casco antiguo que se contrapone con edificios arquitectónicos futuristas y con playas, paisajes lunares y volcánicos que se encuentran a pocos kilómetros de allí.
El centro neurálgico de la capital tiene en la plaza de las fuentes y las calles adyacentes su punto de encuentro favorito con terrazas y cafés, espectáculos nocturnos al aire libre y deliciosos kebabs.
El moderno bulevar que bordea la capital dota a Bakú, permite a turistas disfrutar de un agradable paseo a pie o en bicicleta por el litoral del mar Caspio.
Si no eres muy amigo de la modernidad y lo que buscas es experimentar la verdadera esencia de la antigua y mitica Azerbaiyán como camino en la ruta de la seda, este país te ofrece también la posibilidad de descubrir pintorescos pueblos como Sheki donde por un precio económico se puede dormir en un auténtico caravansar restaurado.
También puedes disfrutar de unos increíbles paisajes en la zona de Gobustan que invitan a perderse entre volcanes de barro y disfrutando de un agradable paseo mientras se aprecian unos petroglifos prehistóricos.
El té, verde o negro, es la bebida nacional de Azerbaiyán. Puedes acompañar tus comidas con él o disfrutar tomándolo en encuentros con locales durante tu viaje. Más que una bebida, el té es una parte inseparable de la vida social en Azerbaiyán.
Un viaje a Azerbaiyán es una experiencia inolvidable, donde disfrutarás todo lo que el país tiene para ofrecer.