El ex Presidente y la ex candidata definen una estrategia conjunta de integración política del PRO en el flamante Gabinete de los libertarios. Al mediodía hicieron un cónclave virtual para definir nombres. Se vienen 20 días frenéticos para llegar a acuerdos
Mauricio Macri y Patricia Bullrich llegaron y se fueron juntos anoche del búnker de Javier Milei en el Hotel Libertador. Fue un gesto de respaldo político al flamante Presidente de la Nación y también un símbolo de armonía entre ellos, luego de algunos roces durante la campaña hacia las elecciones generales del 22 de octubre. Hubo abrazos y algarabía con el nuevo Jefe de Estado, en un momento íntimo que tuvieron los referentes del PRO con él. “¡Lo hicimos!”, exclamó el economista libertario cuando la vio ingresar a la ex ministra de Seguridad a su despacho. Lo mismo sucedió con Macri.
Luego de una noche de celebración, el macrismo y el bullrichismo se preparan para un posible desembarco en el Gabinete de La Libertad Avanza.
Macri y Bullrich están reunidos ahora de forma virtual para coordinar las negociaciones políticas que encabezarán con Milei. Pretenden unificar criterios para acercar una propuesta conjunta. Conocen que los libertarios los requerirán para darle volumen político al Poder Ejecutivo, no sólo en algunos de los ocho ministerios que montará el nuevo Jefe de Estado, sino también en secretarías, subsecretarías, direcciones y decenas de lugares técnicos y espacios de poder que se necesitan para poner en funcionamiento la Administración Pública Nacional.
El Presidente electo les hizo saber cuando sellaron el Pacto de Acassuso, la noche del 24 de octubre, que necesitaba del PRO para fiscalizar, pero también para obtener gobernabilidad. Enfrenta una situación anómala para el presidencialismo y la historia política Argentina, porque le ganó el balotaje a Sergio Massa por el 55% de los votos contra el 44%. Fue un triunfo contundente con una diferencia abismal. Sin embargo, está ante la paradoja de ser el Jefe de Estado con mayor legitimidad de origen pero con menor legitimidad de ejercicio: no tienen ningún gobernador ni intendente propio, cuenta con un bloque de apenas 38 diputados y 8 senadores en el Congreso. No cuenta ni siquiera con un escudo legislativo para evitar un posible impeachment ni para imponer su agenda parlamentaria.
Milei tiene 20 días para definir los nombres y lugares de su Gabinete, donde necesita combinar dirigentes con espalda política, solvencia técnica y experiencia política. Pasó toda la noche sin dormir y permaneció recluido con su equipo de trabajo en el Hotel Libertador, donde montó su centro de campaña. Allí diseñan el programa y el equipo de Gobierno.
Son horas de negociaciones frenéticas. Primero, porque debe contener a los propios y asegurarse de integrar a los distintos sectores de La Libertad Avanza, que si bien son pocos, hay heterogeneidad.